Boda en la iglesia de la Trinidad de Sevilla. Beatriz y Ramiro.

Ramiro y Beatriz. Boda en la iglesia de la Trinidad de Sevilla.

Beatriz y Ramiro celebraron su boda en la iglesia de la Trinidad de Sevilla. Fue aproximadamente un mes después de su preboda. Esta es la historia de un día especial y maravilloso.

Cada boda es especial y única. Pero todas tienen algo en común: es el inicio de un proyecto de vida de dos personas con aquellas a las que más quieren. Y cuando compartes tu ilusión y amor con buen humor, todo va sobre ruedas.

Beatriz y Ramiro son una pareja muy auténtica. Siempre nos han recibido con una gran sonrisa y naturalidad. Si en tu camino te cruzas con personas así sabes que, aunque te espera una larga jornada, vas a vivir momentos divertidos e intensos.

Nuestro escenario volvió a ser la mágica Sevilla.

En su casa, Beatriz, nos esperaba con esa gran sonrisa y desparpajo que tanto le caracteriza. Durante los preparativos, fuimos testigos de instantes muy emotivos, mientras Beatriz se vestía con su mejor traje: la alegría.

Boda en la iglesia de la Trinidad de Sevilla y el Alcázar.

En la bonita Iglesia la Trinidad, o de Mª Auxiliadora la esperaba Ramiro. Juntos se encontraron en el altar. Y pasados los nervios, la sinceridad se abrió paso. Votos, caricias, y unos ojos que hablaban por si solos.

A la salida de su boda en la iglesia de la Trinidad de Sevilla, les esperaba el Alcázar, paraje de leyendas y casa de reyes. Y fue allí donde por fin pudimos ver su personalidad más romántica. Cuando una pareja se siente cómoda da lo mejor de sí misma, y los minutos fluyen como el agua. El resultado de todas estas cosas, son unas fotografías con una melodía dulce y armónica.

En la Hacienda de Medina.

Tras esos momentos de intimidad, sus familiares y amigos los esperaban en la Hacienda de Medina. Y allí, continuaron las risas, los abrazos y las sorpresas.

Entre ellas, el estupendo photocall. El photocall es una ocasión única para que los invitados saquen su lado más desinhibido y os dejen unas fotos geniales. Luego, queda un divertido audiovisual que los novios regalan a sus invitados. Así que mira el de esta boda y… ¡no olvides poner el altavoz!

Con Ramiro y Beatriz, comenzamos uno de los caminos más emocionantes de la fotografía, ya que no sólo fuimos los fotógrafos de su boda. También fuimos los fotógrafos que los acompañaron en el embarazo de su primera hija. Sin duda ese es uno de los mayores regalos que unos fotógrafos pueden tener, una confianza que aumenta en el tiempo y perdura con la familia.

Beatriz y Ramiro tuvieron la original idea de colgar las fotos de su preboda para que sus invitados también disfrutaran de ellas.

Fue una boda muy divertida. Tanto como su posboda, en la que nos fuimos a Alcalá de Guadaíra.

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